Michael Kitchin escribe: “Dreaming Sarah es uno de esos juegos que realmente me cuesta revisar. Es una experiencia muy corta que tiene algunas ideas interesantes. Lamentablemente, no hay un dibujo narrativo real y los ensayos no agregaron nada revelador. Es diferente. pero desechable. La partitura musical es fantástica y el arte se presta brillantemente a un mundo extraño, pero una vez que salieron los créditos, no tuve misterios para reflexionar. "
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